Rico Tipo

La década del 40, se trajo con las artes gráficas el gran despertar del entretenimiento como espectáculo cotidiano. La lectura, que representaba estudio e investigación, información general y diversión personal para la familia entera. Pero más que nada desasnarnos divirtiéndonos.

El apogeo ensayó mil nombres que formaban parte de nuestro quehacer: “Mundo deportivo”, “Goles”, “El Gráfico”, “Mundo Argentino”, “Vosotras, “Damas y Damitas”, “Mundo Radial”, “Antena”, “Radiolandia”, “Radiofilm”, y una nueva que vio la luz en 1944, “Rico Tipo”, amén de las aventuras y novelas clásicas.

Pero “Rico tipo” tenía una particularidad, que en una sola abarcaba las cosas que comenzaban a llamar nuestra atención: “Las Chicas Divito” y un cúmulo donde nos estaban exentos temas bien populares, como el humor, la radio, el tango, el turf, y el cine, más tarde la televisión, a través de jugosos comentarios, pero más que nada los soberbios dibujos de calificados profesionales encabezado por su fundador, Guillermo Divito que atraían toda nuestra atención.

Dice la biografía de la revista que tuvo un histórico tiraje semanal de 350.000 ejemplares, que fue fundada el 16 de noviembre de 1944 y vivió hasta 1972 sin decaer nunca, ni alterar su salida demandada por un fuerte público que esperaba ansiosa cada entrega.

Una costumbre bien argentina, de pura cepa, que reafirmaba: la risa es saludable porque marca el ocio, “estacionando” la mente en blanco.

Este fenómeno dibujante y empresario que lo fue Guillermo Divido, empezó de muy chico su inclinación por el dibujo, y de tener una conexión muy particular con el lector al dar en la tecla con cada personalidad que encarnaban sus personajes.

Era tal la influencia de la mirada de la Revista Rico Tipo, que sus chicas marcaban moda en el público femenino, en el diseño de las ropas, en los tonos, en el decir sin compromiso, tan solo en lucir e imponer un estilo de vida liviana, que enseguida los adolescentes la adoptaron.

Siempre la calidad, era la jerarquía que su fundador, Guillermo Divito así lo impuso con un nivel de calificados profesionales identificados por la exigencia perfeccionista de la empresa, donde el dibujo y el texto guardaban estricta correspondencia con el pensamiento de la fórmula que había hecho de la revista Rico Tipo, su mejor característica: el especial cuidado en la construcción de personajes como así en los textos más extensos donde la narración guardaba especial coincidencia, amén de los breves que encierran “los globos” marcando una situación.

Decíamos, Guillermo Divito adolescente comenzó trabajando para el creador Dante Quinterno en la revista “Patorozú”, donde ya afloraban sus personajes que serían éxitos. Cuentan en rueda de amigos, que Quinterno le había llamado la atención a Divito por la vestimenta de sus chicas, que eran voluptuosas, prendas breves, y  fue ello la base de su éxito en una época donde el recato era un juramentado principio.

Establecido como editorial y creador permanente de personajes, siempre supo elegir en su personal profesionalismo altamente calificado como: Horacio Meyriale, autor de “Pocholo” y “Pichuca y yo”. Rodolfo Taboada, escribía para “Dos postales por un peso”. Oscar Conti “Oski”. Carlos Warnes era “César Bruto”. Alejandro del Prado, era “Calé” dibujante de “Buenos Aires en camiseta”. Miguel Ángel Bavio Esqiú tenía a su cargo los textos de “Juan Mondiola” con dibujos de Pedro Seguí. El gran dibujante Abel Ianiro, “Purapinta”. Quino con “Mafalda” en sus primeros años. Crítica de cine y espectáculo, Raimundo Calcagno, “Calki”. 

El argentino siempre supo reírse de sus propias torpezas, debilidades y vivezas, la Revista Rico Tipo radiografiaba cada gesto, cada actitud, imponiendo dichos que pasaban a formar parte de la jerga popular.

Su nombre devenía, como se bautizaba entonces al vivo: ¡Qué rico tipo..! Tal es así que sus personajes pintaban lo argentino como un calco, igualito en todos sus gestos y mentiras a granel. 

No nos olvidemos de los dibujantes, Adolfo Mazzone y el popular Toño Gallo, como así al libretista Manuel A. Meaños. Los personajes más populares que se ganaron la fama y las chanzas que a partir de ellas venían a cuento, terminaron por ser argentinos amañados.

Los que le pertenecían al “Jefe” Divito, de su pura autoría fueron las populares: Chicas Divito, Pochita Morfoni, Fúlmine, Fallutelli, Bómbolo, El Abuelo, Gracielita, El otro yo del Dr. Merengue.

Más el construido por otros dibujantes y guionistas que dieron riendas sueltas a textos que iban a más de la página, con historias verdaderas que resultaban cómicas. 

Una lista interminable completaba el staff de escritores que apuntalaban lo gráfico: “Bandera Verde”, para su sección de turf, Billy Kerosene, Alfredo Lavalle, Rafael Martínez, Guillermo Guerrero, Faruk, Juan Ángel Cotta, Aldo Camarotta, Wimpi, etc.

También figuraba el tango como tema de lectura, habida cuenta la gran demanda por esa música que desarrollaban la radio, cine y televisión, con gran demanda.

Un accidente fatal corta la vida de exitoso Guillermo Divito en un accidente automovilístico en Brasil, en el año 1969. La revista se siguió editando hasta 1972.

El balance en la vida de los argentinos, la Revista Rico Tipo constituyó un verdadero boom que incidió en usos y costumbres, marcando un antes y un después.

Sin ninguna duda junto a “Patorozú”, “Satiricón, y “Rico Tipo fueron las revistas más vendidas que impulsaron a toda máquina el desarrollo de la industria gráfica desde el humor.

Rico Tipo fue una revista que interpretó al argentino tal cual, con sus vivezas y sentimientos. Un retrato exacto de lo que significó esa época en que la risa era el cable a tierra, la llave para salir a jugar para luego arremeter nuevamente.

Leer “Rico Tipo” era un oasis, una catarata de buenos oficios que esperábamos cada semana con ansiedad. Una costumbre bien argentina, de pura cepa, que reafirmaba: la risa es saludable porque marca el ocio, “estacionando” la mente en blanco.